Joaquín ha pasado su vida entera persiguiendo la verdad, y la verdad se le ha presentado en atisbos, en aparentes revelaciones que surgen como destellos pero que se escurren entre sus dedos en cuanto pretende asirlas.
Ahora Joaquín vive sus últimos días, desahuciado a causa de un mal terminal.
Quizá si lo pone todo en perspectiva consiga finalmente aprehender la respuesta última, por ello convence a Marilola, la joven enfermera que lo cuida, de transcribir los dictados que resumen la búsqueda de toda su vida.
Mientras Joaquín dicta Marilola teclea en su computadora. Resulta abrumadora la cantidad de textos y vivencias que salen a la luz. La muchacha queda atrapada por las palabras del viejo. ¡Vaya que el hombre buscó en todas partes! Budismo, masonería, experiencias de conciencia alterada, artes místicas, anécdotas inusitadas y mucho más se agrega en el cúmulo de sus conocimientos.
Marilola se enfrasca en una batalla personal por comprender mientras su maestro se extingue, pero la muerte de un hombre sabio no puede ser un evento simple.
Joaquín tendrá un final imprevisible, digno de su sapiencia, al tiempo que el lector quedará contagiado de sus inquietudes y ansioso por continuar su propia búsqueda.