¡Todo va a estar bien!

“En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante,

y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.”

                                                                                                     Yibrán Jalil Yibrán

 Hoy en día hablar de Ciudad Juárez apareja la evocación de sucesos violentos. La imagen de asesinatos, secuestros, extorsiones, trata de personas y narcotráfico se adhiere a esta tierra del norte de México para provocar desasosiego en quienes piensan en ella; pero, ¿qué hay con quienes la habitan?, ¿con quienes llevan sangre juarense en las venas?, ¿con quienes viven honestamente de Juárez y para Juárez? Ellos son la mayoría silenciosa que no ceja en sus esfuerzos ni pierde las esperanzas.

Esta obra narra hechos de una vida común, quizá parecida a muchas otras, pero que se desarrolla en un ámbito poco común a causa de los valores enrarecidos que prevalecen en su ambiente. Los sucesos relatados en ella no son ficción, sino testimonio fehaciente del impacto que la descomposición moral de algunos segmentos de la sociedad tiene en la totalidad de sus integrantes.

Un día como cualquiera se desata una cadena de sucesos que pone en peligro cuanto se ama. Al parecer el destino se ensaña con unos cuantos propinándoles fuertes sacudidas que amenazan con desmoronar los logros de una vida. Es momento de recurrir a la entereza, a la fe y al convencimiento, pues solo existe una fórmula para salvar la situación: convencerse de que ¡todo va a estar bien!