Hágase tu voluntad
Alejandro no podía adivinar lo que el destino le deparaba. Él simplemente perseguía su sueño sin detenerse a pensarlo mucho. Entonces la vida lo sorprendió.
Un parpadeo bastó para ponerlo primero al borde de la muerte y después amenazarlo con una vida de invalidez, pero el penoso camino al que su existencia se vio obligada no habría de caminarlo a solas. Quizá no estaba consciente de ello, pero siempre había viajado en el corazón de su madre, y una madre es capaz de todo cuando se trata de proteger a alguno de sus vástagos.
Ésta es una historia de determinación compartida, de sacrificio sin medida y de fe a toda prueba. Un testimonio de que los milagros ocurren, pero también un recordatorio de que conseguirlos requiere estar dispuesto a luchar por ellos sin importar cuánto esfuerzo exijan ni cuánta paciencia sea necesaria.
Al final el premio será tan sólo el regreso a la normalidad, que la vida vuelva a ser la que antes fue, aunque ahora enriquecida por los lazos estrechados de una familia que ha sido capaz de un largo ejercicio de amor incondicional, siempre conducida por el espíritu protector y la voluntad de una madre excepcional.